Carolin Crist
Octubre 6, 2022
Web MD (de la plataforma Medscape)
Nuevos estudios sugieren que pueden existir unos momentos mejores que otros durante el día para comer y para el ayuno.
Comer temprano en el día puede ayudar a perder peso, y comidas realizadas dentro de una ventana de 10 horas, puede mejorar el azúcar en sangre y los niveles de colesterol, de acuerdo con dos nuevos estudios publicados en la revista científica Cell Metabolism.
“Tenemos un reloj biológico interno que nos hace mejores haciendo diferentes cosas en diferentes momentos del día”, dijo el Dr Cortney Peterson, profesor asociado de ciencias de nutrición de la Universidad de Alabama en Birmingham, a NBC News (Peterson no estuvo involucrado en los estudios). “Parece que el mejor momento para el metabolismo, en la mayoría de la gente, esta entre la media y la última hora de la mañana.
En un estudio, los investigadores hallaron que comiendo tarde en el día hacía que la gente estuviera más hambrienta durante el periodo de 24 horas, comparado con la gente que comía antes en el día. La comida tardía también consume calorías de forma más lenta y contribuye a la formación de grasa que acumula más calorías. Combinados, estos cambios pueden contribuir a la obesidad.
En otro estudio, entre bomberos y trabajadores por turnos, los investigadores hallaron que comiendo en una ventana de 10 horas, se mejoraba el colesterol, reduciendo riesgos para la enfermedad cardiaca. La ventana de 10 horas también mejoraba la presión arteria y los niveles de azúcar en sangre entre los que aquellos que presentaban diabetes, colesterol elevado e hipertensión arterial.
La ventana de 10 horas parece ser un “punto dulce”, una más amplia ventana de ayuno, puede producir mayores dificultades para mantener un funcionamiento normal del cuerpo humano.
El hecho de comer tarde disminuye los niveles de Leptina, que es una hormona que ayuda a las personas a sentirse “llenas” a lo largo del día. Los que comían tarde tendían más al picoteo y a tomar comidas con alta densidad de calorías. Los “comedores” tardíos en el dia, quemaban cerca de 60 calorías menos que los tempranos durante el día.
En el grupo de bomberos que restringieron la dieta a la ventana de 10 horas mejoraron los parámetros de riesgo de enfermedad cardiaca. De tal forma que la ventana restrictiva parece permitir al cuerpo bajar toxinas y deshacerse del sodio y otros factores que pueden derivar en hipertensión e hiperglucemia.
Durante los periodos de ayuno, “los órganos consiguen cierto descanso de la digestión de alimentos, de tal forma que pueden desviar su energía hacia la reparación celular”.
Estudios:
Cell Metabolism: “Late isocaloric eating increases hunger, decreases energy expenditure, and modifies metabolic pathways in adults with overweight and obesity.”
Cell Metabolism: “Feasibility of time-restricted eating and impacts on cardiometabolic health in 24-h shift workers: The Healthy Heroes randomized control trial.”
Etiquetas:Otra
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Dr. Ignacio Javier Calleja Kempin
Jefe del Servicio Médico-Quirúrgico “Madrid”
Hospital San Francisco de Asís
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